Salto del Pilón
El rio El Río Perales nace como un humilde arroyuelo
en las faldas del Canajagua y (famoso por formar las más altas cataratas
de la provincia de Los Santos), y que ya en este sitio es conocido con el
nombre de Río Laja por correr por un lecho de piedra viva. Así aumentado su
caudal, el Río Perales, a trechos corre en forma sosegada y tranquila, a trechos
en forma rauda y torrentosa, según el declive y la configuración del terreno y
en su descenso forma a veces rápidos y saltos, de los cuales el más famoso es
el Salto del Pilón, ya entre las últimas estribaciones de los Cerros del
Castillo, antes de llegar a las tierras bajas de Perales. ya sea por lo
impresionante del paraje, ya por el estruendo que hacen las aguas al
estrellarse contra la roca viva, ya sea porque algo extraordinario pasara allí
en tiempos remotos, la leyenda existe, desde época indefinida, de que hay allí
“un encanto” y aún hoy, cuando uno pasa cerca de ese sitio un hálito de
misterio y de recelo parece envolverlo a uno y pocas son las personas que se
atreven a bañarse en el charco, profundo y redondo como un pilón, que la fuerza
de las aguas ha cavado en la laja viva a través de los siglos.
Según relató Sergio González Ruíz en el libro
“Narraciones Panameñas”, en el Salto del Pilón, en Perales, Guararé, existía
una mujer con una trenza, la que se peinaba con un peine de oro y salía a
conquistar a españoles de la década. Cuenta la leyenda que el español don
Julián del Río, quien estaba en las orillas de la quebrada la Ermita, en Las
Tablas, se dispuso explorar con un grupo de indígenas para buscar oro; al
llegar a este peñasco de piedra los aborígenes le dijeron que no podían avanzar
por el encanto de esta mujer, que había hecho que muchos españoles cayeran al
pozo y murieran. Del Río, al parecer, no creía tal leyenda y siguió; al rato de
la exploración sale la doncella de la que hablaban los indígenas y quedó
embriagado por la belleza de esta mujer de ojos azules. Según narró Sergio
González, esta hermosa le preguntó: “¿A quién quiere más, a mí o al peine de
oro?”. Y don Julián contestó: “A ti”; esta le responde que por eso se había
salvado, ya que ella custodiaba los tesoros de estas tierras, pero este,
enamorado de ella, se tiró a las aguas profundas y se dice que más nunca volvió
a aparecer, ni ella ni aquel español. Tierra Adentro viajó hasta Perales de
Guararé y, al preguntarles a las personas de allí, estas respondieron que desde
niños conocían la historia y les daba miedo ir.
me encantoooooooooo
ResponderBorrarJMKH
BorrarEs interesante mi padre me contó la historia y es extraordinario
ResponderBorrar